En el caso de producirse una explosión fuera de los edificios, los paneles de venteo se abren y liberan la llama y la presión de explosión hacia el entorno. En este punto se necesitan zonas de seguridad suficientemente amplias, que no pueden tener ni edificios, ni paso de vehículos o peatones. Estas áreas libres no pueden usarse comercialemente, sin embargo, aumenta los gastos de producción. El limitador del ángulo de apertura TARGO-VENT permite desviar las explosiones con el fin de proteger a las personas, los vehículos o los edificios. Al acortar las zonas de peligro, TARGO-VENT le ayuda a reducir a un mínimo el área de sus zonas de seguridad, por lo que dispone de más superficie útil, pero manteniendo al mismo tiempo una protección óptima contra explosiones.