Los cilindros sin vástago nacen de la exigencia de reducir las dimensiones a paridad de carrera.
Se suministra en diferentes versiones y los diámetros interiores varían de la Ø25 a Ø63 mm.
Las principales ventajas de este cilindro son la excepcional resistencia del pistón/carro y el sistema de estanqueidad que garantiza una larga vida útil del cilindro incluso con temperaturas y velocidades elevadas.
Se pueden equipar con un carro estándar o corto, o bien se pueden completar con una guía que también se puede suministrar con recirculación de bolas.