El proceso de anodizado es un proceso intrincado que requiere una gestión meticulosa de los parámetros del baño, para obtener la proporción deseada de acumulación y grabado en los sustratos metálicos. Nuestra empresa de revestimiento también puede ofrecer una amplia gama de acabados anodizados de color y diferentes formas de sellado en función de las necesidades de cada cliente.
Con años de experiencia en este campo, somos capaces de producir fácilmente productos consistentes y de calidad para nuestros clientes.
El anodizado es un proceso electroquímico que convierte la superficie del sustrato metálico en un acabado de óxido anódico duradero, resistente a la corrosión y atractivo. El aluminio es ideal para el anodizado, aunque otros metales no ferrosos, como el magnesio y el titanio, también pueden anodizarse.
La estructura de óxido anódico se origina en el sustrato de aluminio y está compuesta en su totalidad por óxido de aluminio. Este óxido de aluminio no se aplica a la superficie como la pintura o el chapado, sino que está totalmente integrado en el sustrato de aluminio subyacente, por lo que no puede desconcharse ni desprenderse. Tiene una estructura muy ordenada y porosa que permite procesos secundarios como la coloración y el sellado
El anodizado se realiza sumergiendo el aluminio en un baño de electrolito ácido y haciendo pasar una corriente eléctrica a través del medio. En el interior del tanque de anodización se monta un cátodo; el aluminio actúa como ánodo, de modo que los iones de oxígeno se liberan del electrolito para combinarse con los átomos de aluminio en la superficie de la pieza que se anodiza. El anodizado es, por tanto, una cuestión de oxidación muy controlada, la potenciación de un fenómeno que se produce de forma natural.
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