Giros cerrados, pendientes pronunciadas y largas distancias: los transportadores tubulares transportan material a granel por terrenos difíciles. Un transportador tubular es en realidad una cinta transportadora en forma de tubo, cuyo cierre ayuda a reducir la contaminación y los derrames: protegiendo los materiales a granel del sol, la lluvia y el viento, y protegiendo al mismo tiempo el medio ambiente. Esto es importante cuando se transportan materiales sensibles, como productos de desecho, por ejemplo, cerca o incluso a través de zonas públicas. No hay olores desagradables, no hay pérdidas de material y, lo que es igual de importante, no hay efectos adversos para el entorno.
Las cintas flexibles necesitan menos espacio, menos torres de transferencia y, en consecuencia, ayudan a ahorrar dinero. La posibilidad de mover diferentes mercancías en los tramos superior e inferior es la razón por la que los transportadores tubulares se conocen también como los "transportadores de casi todo". Las propias bandas son de una calidad extremadamente alta y son llamativamente duraderas, lo que no debería sorprender, ya que se fabrican especialmente para nuestros transportadores de tubos.
Gracias a su forma tubular flexible, los transportadores de tubos son capaces de superar pendientes pronunciadas y, por lo tanto, hacen innecesarias las torres de transferencia y las centrales eléctricas. Este es un factor clave, especialmente en comparación con otros sistemas de cintas transportadoras. Cuando un transportador tubular tiene que atravesar una pendiente descendente, este movimiento puede aprovecharse para recuperar energía de forma eficiente. El sistema, estructuralmente flexible y de bajo mantenimiento, ocupa poco espacio y puede conquistar incluso los terrenos más difíciles y hacer que las instalaciones existentes sigan en uso y en su sitio.
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