Diseñada para detectar aumentos anormales de temperatura como la fiebre, la cámara permite medir la temperatura del cuerpo humano con una precisión de ±0,5 °C. Con un rango de temperatura desde +30 °C hasta +45 °C, es la herramienta imprescindible para identificar cualquier persona con una temperatura demasiado alta y así combatir las epidemias.
Gracias a su muesca para trípode situada de serie debajo de la cámara, resulta muy fácil instalarla en un lugar fijo, como la entrada de una fábrica. Además, con una distanciación de 1,5 m entre el operador y la persona controlada, no existe ningún riesgo de contagio.
La medida de temperatura, cutánea y corporal, es instantánea, lo que permite que las personas pasen rápido sin pérdida de tiempo y de manera fluida. Una señal acústica y visual informa inmediatamente al operador de una persona potencialmente enferma a través de un auricular Bluetooth suministrado.
El operador puede elegir entre detectar una temperatura demasiado alta según un umbral fijo que define de antemano o según un promedio (calculado automáticamente por la cámara) de las 6 personas sanas controladas anteriormente.
El diseño de la cámara garantiza un fácil manejo. Una pantalla XXL, cuyo brillo se ajusta automáticamente, un campo de visión (38° x 28°) que dispone de un focus free que permite obtener una imagen nítida sea cual sea la distancia, son algunas de las ventajas que facilitan el trabajo del operador.