La cromatografía con fluidos supercríticos (SFC) es un proceso de purificación ecológico y altamente eficiente que representa una alternativa superior a la cromatografía líquida convencional. Al utilizar CO₂ en estado supercrítico, la SFC permite una separación precisa de compuestos de alto valor, reduciendo significativamente el consumo de disolventes, la generación de residuos y el uso de energía.
Esta tecnología escalable garantiza resultados de alta pureza, lo que la convierte en una solución ideal para las industrias farmacéutica, nutracéutica y de productos naturales. Su capacidad para eliminar contaminantes no deseados, como pesticidas y metales pesados, refuerza aún más su versatilidad.
Rendimiento y Seguridad
01
No tóxico, puro y estable: Purificación a base de CO₂ sin residuos de disolventes
02
No inflamable: Una alternativa más segura para los disolventes orgánicos
03
CO₂ reciclado y reutilizado: Reduce el impacto ambiental
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Proceso de alta eficiencia energética: Menores costes operativos en comparación con los métodos tradicionales
A una temperatura y presión óptimas, el CO₂ entra en fase supercrítica, actuando como un disolvente eficaz con propiedades de difusión similares a un gas y capacidades de solvatación propias de un líquido. Esto permite la extracción y purificación selectiva de compuestos deseados, eliminando de manera eficiente impurezas como pesticidas y disolventes residuales.
A diferencia de la cromatografía líquida convencional, la SFC elimina la necesidad de disolventes orgánicos tóxicos, lo que garantiza productos finales más limpios y puros, además de una huella ecológica significativamente reducida.