Ya sean complejos centros de datos, procesos de fabricación industrial o elaborados sistemas de robótica, todos ellos necesitan un corazón, un núcleo, una unidad que dicte y controle cómo debe funcionar todo. Un armario de distribución.
Deshumidificador de armarios de distribución: Conmutación y control
Hoy en día, la tecnología ha llegado a un punto en el que el hardware necesario puede reducirse al mínimo, y aun así llenar un armario entero. ¿Tiene usted también un armario de distribución en su empresa, en sus instalaciones, en su producción o en su oficina? Entonces se enfrenta a varios retos. La tecnología del armario de control es a veces tan sensible que incluso las más mínimas fluctuaciones de temperatura o contaminación podrían provocar un fallo total. La temperatura, en particular, es una de las principales preocupaciones.
A algunos les gusta el calor. A otros no.
Dondequiera que haya mucha tecnología en funcionamiento, se genera calor, y en la mayoría de los casos incluso calor. Esto se debe en parte a la ley de conservación de la energía en la física y a los metales utilizados en las piezas electrónicas. En un armario de distribución, la energía fluye sin cesar; al fin y al cabo, es aquí donde se coordinan y controlan los procesos más complejos. Sin embargo, por desgracia, la energía utilizada no se destina al 100% y exclusivamente al fin previsto: una pequeña parte de la energía se evapora del proceso en forma de energía térmica. Esta circunstancia es casi inevitable.
El metal no sólo conduce bien la electricidad, sino también el calor. Estos dos hechos combinados favorecen naturalmente un aumento de la temperatura en el armario de distribución. Además, la puerta debe mantenerse siempre cerrada, ya que hay que evitar, en la medida de lo posible, las influencias externas en los sistemas extensos.
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