Las juntas de laberinto son dispositivos de sellado diseñados para proteger los rodamientos frente a la entrada de contaminantes y evitar la pérdida de lubricante en equipos rotativos.
¿Qué son las juntas de laberinto?
Su funcionamiento se basa en un diseño de doble componente sin contacto entre sí: un estator (parte fija) montado en el alojamiento del rodamiento y un rotor (parte móvil) acoplado al eje.
Ambos elementos encajan formando un recorrido en zigzag o «laberinto» que dificulta el paso de fluidos y partículas. Al no haber contacto entre ambas piezas, se elimina el desgaste por fricción, prolongando la vida útil del protector de rodamiento.
Ventajas del sellado por laberinto
Protección eficaz contra polvo, humedad, salpicaduras y partículas sólidas.
Retención de grasa o aceite lubricante dentro del alojamiento del rodamiento.
Eliminación del desgaste por fricción (sin contacto entre partes).
Adecuado para aplicaciones exigentes, con presencia de vibración, excentricidad o desalineación.
Diseños disponibles para ejes horizontales y verticales.
Opción de diseño partido.
¿Cómo funcionan las juntas de laberinto?
El rotor, integrado con el estator y que gira solidario con el eje, bloquea el paso de contaminantes mediante la fuerza centrífuga y los conduce hacia un drenaje. El estator mantiene el conjunto en su alojamiento.
Además, una junta tórica integrada en el rotor asegura la estanqueidad contra gases o vapores y garantiza la tracción del rotor con el eje.