Un suelo de entrada que impida que la suciedad y la humedad se introduzcan en los vagones, en las suelas de los zapatos y en las bandas de rodadura de las ruedas, es fundamental para el diseño de los vehículos ferroviarios modernos. Un sistema de entrada eficaz reduce el desgaste prematuro de los revestimientos interiores del suelo, minimiza los costes de limpieza y mantenimiento y protege a los pasajeros reduciendo el riesgo de resbalones.
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