El tornillo es un elemento de fijación esencial en ingeniería mecánica, caracterizado por un vástago cilíndrico con una o varias roscas que permiten su unión a diversos materiales. El diseño de un tornillo implica especificaciones como el diámetro, la longitud, el tipo de rosca y el material de fabricación, a menudo acero inoxidable o aleaciones específicas, adaptadas a los requisitos mecánicos y medioambientales.
Fabricación de la pieza bruta
La fabricación de un tornillo en bruto a partir de bobinas de alambre mediante máquinas de estampación en frío es un proceso innovador y eficaz en la fabricación industrial. Este método se basa en el uso de fuerzas mecánicas para deformar el metal sin calentarlo, preservando así las propiedades de los materiales y optimizando la precisión dimensional.
El proceso comienza alimentando la máquina con bobinas de alambre, a menudo de acero, que se desenrollan y cortan a longitudes predefinidas. Mediante matrices de conformado, el proceso de estampado en frío da forma a estas longitudes en una pieza en bruto de tornillo mediante golpes repetidos. Este sistema tiene la ventaja de reducir las pérdidas de material y minimizar los costes de producción.
Además, la técnica garantiza la homogeneidad de la estructura del metal, lo que confiere mayor resistencia a los tornillos producidos. Este tipo de fabricación también responde a las crecientes exigencias de durabilidad y eficiencia energética de los procesos industriales actuales.
Laminación
A continuación se pasa a la fase de laminado, en la que una herramienta giratoria da forma a las roscas del tornillo.
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