El principio de funcionamiento de un prisma RGB se basa principalmente en la refracción y reflexión de la luz, así como en la acción selectiva de revestimientos específicos sobre la luz. En un prisma RGB, la luz de distintas longitudes de onda (roja, verde y azul) se refracta en ángulos diferentes, con lo que se consigue la separación espectral de la luz. Al mismo tiempo, la superficie y los revestimientos internos del prisma reflejan longitudes de onda específicas de la luz, lo que permite que estos rayos luminosos se propaguen por trayectorias específicas y emerjan finalmente en la misma dirección tras la superposición, desempeñando así un papel crucial en diversos dispositivos ópticos.
Los prismas RGB de Rising-EO se unen con un pegamento especial resistente a altas temperaturas durante el proceso de fabricación, lo que garantiza la estabilidad y durabilidad del prisma en entornos de altas temperaturas. Gracias a un control preciso del proceso de pegado, el exceso de pegamento en la superficie del indicador no supera los 0,3 mm, lo que no sólo garantiza un aspecto limpio y estético del prisma, sino que también evita los posibles efectos adversos del exceso de pegamento en el rendimiento óptico. Además, la superficie está tratada con un acabado mate de tinta especial, que reduce eficazmente la reflexión de la luz y el deslumbramiento, mejorando aún más el rendimiento general durante el uso.
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