El medidor de polvo ATEX está diseñado para su uso en entornos industriales hostiles (incluidas atmósferas explosivas) para controlar los niveles de polvo en conductos y tuberías. Suele instalarse en el lado limpio de los filtros y se utiliza para controlar el correcto funcionamiento de las unidades de extracción de polvo. Esto permite detectar inmediatamente los daños en las mangas filtrantes.
La sonda se coloca directamente en el punto de medición, y la configuración automática del medidor de polvo tarda un máximo de ocho minutos, por lo que el dispositivo prácticamente no requiere mantenimiento y su funcionamiento posterior es poco costoso.
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