Igual que existen materiales sensibles a la temperatura y al polvo, también hay materiales que sufren ante la presencia de humedad. Así pues, para almacenar estos materiales es necesario garantizar que la humedad relativa presente en el ambiente esté por debajo de un cierto valor.
La industria electrónica, la automovilística o la de fabricación de semiconductores son solo algunos ejemplos de sectores en los que está extendido el uso de este tipo de soluciones. Desde el punto de vista técnico, para garantizar un valor de humedad relativa inferior al 5 % se adoptan soluciones similares a las que se utilizan para controlar la temperatura.