Un hexápodo es un manipulador robótico capaz de mover una carga útil en los seis grados de libertad: traslaciones laterales, longitudinales y verticales, así como rotaciones de balanceo, cabeceo y guiñada. Los movimientos pueden realizarse simultáneamente en varios ejes o de forma independiente en un solo eje mientras se impide el movimiento en los demás. La disposición paralela de los actuadores de un hexápodo proporciona una gran capacidad de carga, rigidez y precisión en comparación con otras arquitecturas de manipuladores robóticos. Los modelos de producto se distinguen por su accionamiento, detección, sistema de control, capacidad de carga útil, alcance, resolución y ancho de banda. Las aplicaciones de los hexápodos pueden dividirse en tres categorías principales: posicionamiento preciso, simulación de movimiento y aislamiento de vibraciones.
Posicionamiento y señalización
Los hexápodos permiten alinear y orientar con precisión una carga útil, como una fuente óptica o láser, en relación con otro objeto, incluso cuando la deriva térmica o de otro tipo provoca continuamente desalineaciones. Pueden utilizarse para sistemas de acoplamiento de vehículos espaciales, carga de municiones, posicionamiento en cadenas de montaje, sistemas quirúrgicos y efectores finales para manipuladores en serie.
Aislamiento y control de vibraciones
Los hexápodo también pueden aislar cargas útiles, como cámaras o instrumentos de medición sensibles, de las vibraciones del suelo o de las fluctuaciones de la aeronave que, de otro modo, provocarían imágenes borrosas, errores de medición o posibles daños. Pueden utilizarse para estabilizar armas, aislar vibraciones ópticas, aislar maquinaria industrial y aislar equipos de medición sensibles.
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