Plaquitas de dos caras con ocho filos de corte para un rendimiento óptimo en lo relativo al arranque de la viruta y el acabado superficial, facilitando así un auténtico mecanizado rentable.
El robustísimo cuerpo de la fresa y los asientos de punta protegidos por placas de apoyo aportan seguridad al proceso de mecanizado y hacen de esta fresa una buena elección cuando la prioridad es garantizar una producción sin mano de obra.
El suministro de refrigerante interior a cada alojamiento de la plaquita garantiza una buena evacuación de viruta y un buen rendimiento también con materiales exigentes.