Consisten en filtros de línea que han sido optimizados para caudales elevados (entre 500 – 6000 l/min) mediante grandes superficies y grandes diámetros de entrada y salida. Se distingue entre filtros simples, filtros múltiples (de flujo paralelo) y filtros múltiples conmutables (de flujo alternado). Para cargas de suciedad elevadas, se recomienda el uso de filtros de bolsa. Aplicaciones clásicas son el filtrado de agua en las minas, en grandes parques industriales y como etapa previa en intercambiadores de calor.