La estanquidad neumática es una tecnología que utiliza aire u otros gases para sellar. Suele utilizarse en sistemas neumáticos para evitar fugas de gas, líquido u otras sustancias y garantizar el funcionamiento eficaz del sistema.
Las principales características de la estanquidad neumática son:
Accionamiento por presión de aire: Mediante la acción de la presión del gas, las juntas neumáticas pueden cerrar eficazmente la superficie de sellado y evitar fugas.
Baja pérdida por fricción: Debido a la lubricación del gas, las juntas neumáticas suelen tener un coeficiente de fricción más bajo, lo que reduce el desgaste y prolonga la vida útil.
Gran adaptabilidad: Las juntas neumáticas pueden trabajar en un amplio rango de cambios de temperatura y presión y son adecuadas para diversos equipos neumáticos.
Efecto de sellado: Puede aislar eficazmente el aire exterior, el polvo, la humedad y otros factores para garantizar el sellado del sistema.
Capacidad de autoajuste: Las juntas neumáticas suelen tener características de autoajuste. Incluso cuando la superficie de sellado presenta cierto desgaste, puede ajustar automáticamente la presión de sellado para mantener un buen efecto de sellado.
Los tipos más comunes de juntas neumáticas incluyen juntas tóricas, juntas en V, juntas de diafragma, etc. Tienen diferentes estructuras y escenarios de aplicación según los diferentes entornos y necesidades de trabajo.
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