Molinos de tambor
Las condiciones de funcionamiento decisivas para la trituración son el tiempo de molienda, la velocidad de la cuba y los niveles de llenado. Las velocidades habituales oscilan entre el 70% y el 80% de la velocidad crítica. En casos excepcionales, pueden elegirse velocidades del 60% al 90% de la velocidad crítica.
Para los molinos húmedos, sustituir la tapa de cierre por el inserto de tamiz y la llave de paso, colocar el tambor con el tamiz en el punto más bajo y, a continuación, abrir el grifo para vaciar. Los molinos en seco descargan el producto triturado a través de la abertura giratoria del tambor con rejilla de vaciado. Un capó recoge el material descargado y lo conduce a una salida en forma de embudo.
Se acciona mediante un motorreductor montado en el eje. Los molinos secos tienen capós fijos y los húmedos también, ambos con trampillas para facilitar el acceso. El material triturado se recoge en la salida. Todos los trabajos de llenado y vaciado son posibles sin problemas.
Los tambores de molienda pueden posicionarse mediante un sistema de control automático por pulgadas u opcional.
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