El diseño aerodinámico comienza desde las primeras fases de desarrollo, pero se ve afectado tanto por grandes estructuras como por pequeños detalles que cambian a lo largo del proceso. La integración de la simulación en el diseño permite a los ingenieros optimizar el rendimiento de su producto y resolver posibles problemas sin el coste de las pruebas en el túnel de viento.
Los desafíos del sector resueltos por la simulación aerodinámica
La aerodinámica es una preocupación crucial en una amplia gama de sectores. El sector automovilístico fue pionero en este campo, utilizando la comprensión de cómo fluye el aire alrededor de los vehículos para reducir la resistencia y producir coches más rápidos con mayor ahorro de combustible. También es un requisito evidente en el sector aeroespacial, sobre todo porque los elevados costes del combustible y las estrictas normativas sobre emisiones hacen que incluso la más mínima reducción de la resistencia aerodinámica merezca la pena. Incluso las grandes estructuras fijas, como edificios y equipos industriales, pueden beneficiarse del diseño aerodinámico para reducir la carga del viento y mejorar el flujo de aire.
Al complementar los ensayos en túnel aerodinámico con la simulación se reducen los costes, sustituyendo los prototipos físicos por un gemelo virtual. También supone un importante ahorro de tiempo, ya que las pruebas que pueden tardar semanas en prepararse físicamente pueden reproducirse en simulación con un plazo de entrega de un día para otro. Permitir a los diseñadores analizar el rendimiento aerodinámico desde el principio reduce el tiempo y los costes asociados a la solución de problemas más adelante.