Los vehículos ferroviarios son sistemas complejos y su rendimiento viene determinado por la interacción de múltiples componentes, como la interfaz contacto rueda-carril, la suspensión, los bogies, los acoplamientos y otras piezas móviles. Optimizar y comprender estas interacciones es esencial para garantizar la seguridad, velocidad, fiabilidad y comodidad del vehículo. La complejidad y la gran longitud de los trenes hacen que simular su dinámica de circulación sea un problema de ingeniería difícil de resolver. Los ingenieros deben tener en cuenta todos los movimientos relativos posibles entre los distintos componentes.
La simulación de sistemas multicuerpo (MBS) es la única tecnología que permite analizar y comprender la dinámica completa del sistema sin necesidad de un prototipo físico. La simulación multicuerpo permite a los ingenieros crear un prototipo virtual para realizar pruebas virtuales en las primeras fases del ciclo de desarrollo. Se puede realizar una exploración exhaustiva del espacio de diseño, teniendo en cuenta numerosos KPI, para encontrar el diseño óptimo entre alternativas competidoras, de forma más rápida y barata que las pruebas físicas. El valor de la simulación multicuerpo se prolonga durante la vida útil del vehículo, a través del mantenimiento asistido por simulación, la investigación de accidentes y la investigación de casos de garantía o mal uso, entre otros.