El vídeo aporta una información de contexto valiosísima en comunicaciones críticas. La posibilidad de ver en tiempo real en el centro de control lo que está sucediendo es clave para mejorar la gestión de la incidencia y el proceso de toma de decisiones.
La progresiva introducción de las tecnologías de banda ancha ha posibilitado que el streaming de vídeo haya aportado significativos beneficios al sector de la seguridad pública, pero también al del transporte o para el mantenimiento y protección de grandes instalaciones mineras e industriales.
Las cámaras personales o Body Worn Cameras permiten la grabación de las operaciones llevadas a cabo por las agencias de seguridad pública y atención de emergencias, aunque también son una herramienta valiosa en entornos de seguridad privada, del sector de la salud y, en general, para usuarios que pueda llegar a ser víctima de algún tipo de amenaza o abuso en el desempeño de su trabajo.
En combinación con las tecnologías banda ancha, ofrecen aún un mayor potencial ya que pueden enviar la imagen de vídeo en vivo al centro de control o a otros terminales, lo que en entornos como actuaciones policiales u operaciones de rescate ofrece una valiosa información de contexto que mejora el proceso de toma de decisiones.
Permiten también mejorar la eficiencia e incrementar la seguridad del trabajo en el sector transporte, en tareas de mantenimiento industrial, sector energético y cualquier entorno crítico en el que sea necesario mantener una visualización en tiempo real de las intervenciones.