Una trenza universal para papeleras que utiliza como base una fibra compuesta que a una altísima resistencia mecánica (carga de rotura por tracción 25.000 Kg/cm2) une un coeficiente de roce muy bajo que reduce la abrasión hasta una décima parte de la producida por las fibras aramídicas, aumentando, al mismo tiempo, la duración de la trenza. Dicha fibra tiene una excelente resistencia química, por lo cual puede utilizarse también en la producción de celulosa, donde se requiere una resistencia química superior a la exigida en la producción normal de papel. La trenza resulta además extremadamente blanda gracias a la exclusiva lubricación en tres etapas: en el hilo, en cada cordón y en la trenza con PTFE en suspensión, que reduce aún más el desgaste de los cojinetes.