Las válvulas reductoras no han sufrido modificaciones apreciables durante décadas, pues los diseños convencionales ya resultaban satisfactorios. Pero la industria reclamaba con insistencia diseños que permitieran un control de procesos más eficaz e hicieran por tanto posible una mejora en la calidad de los productos. A ello respondió con esta notable innovación.
Cuando se producen amplias variaciones de la presión primaria, las válvulas reductoras convencionales no son capaces de mantener constante la presión secundaria; ello da lugar a variaciones de la temperatura que producen fallos en la calidad del producto. Asimismo, las oscilaciones y la vibración de las válvulas convencionales hacen difícil fijar con exactitud la presión deseada. Estas válvulas están también sometidas a fallos por oxidación y deposiciones. Por otra parte, los separadores habituales no eliminan los condensados con eficacia, reduciendo así la productividad de los equipos que consumen vapor.
TLV ha aplicado su tecnología de control de fluidos a resolver estos importantes problemas, y ésta es la respuesta: COSPECT un diseño innovador con tres características excepcionales: SAS, SCE y SST.
Mejora la calidad de los materiales calentados.
Suministra vapor a una presión estable
Precisión en la reducción de la presión secundaria de ajuste de la válvula en ±0,1 bar. Aunque el caudal de vapor hacia el equipo o la presión primaria de la válvula cambien, el pistón esférico amortiguador (SAS) suministra vapor a presión constante con el fin de mantener la temperatura del vapor utilizado como fuente de calefacción.