Nuestro proceso comienza con el calentamiento del material termoplástico hasta su punto de fusión. Una vez fluido, se inyecta en una cavidad de molde y se deja enfriar, adoptando la forma de la pieza deseada con gran precisión.
Calentamiento: Comenzamos fundiendo los gránulos de termoplástico, convirtiéndolos en un fluido viscoso.
Inyección: Este fluido se inyecta cuidadosamente en un molde personalizado diseñado según sus especificaciones.
Enfriamiento: El material inyectado se enfría dentro del molde, solidificándose en la forma deseada.
Expulsión: Se expulsa el producto acabado, seguido de una rigurosa inspección de calidad.
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