En los últimos años, el sector del automóvil se ha enfrentado al reto de integrar en el vehículo un número cada vez mayor de subsistemas eléctricos y electrónicos (E/E). Además, están aumentando tanto la complejidad como la interoperabilidad de los sistemas de asistencia al conductor y de seguridad de los ocupantes, así como de las interfaces de comunicación internas y externas.
Garantizar el funcionamiento ininterrumpido de las cadenas cinemáticas eléctricas de alto rendimiento en todas las condiciones y muy cerca de sistemas de comunicación muy sensibles es uno de los obstáculos más importantes que debe superar la industria.
Primeras consideraciones sobre CEM en el desarrollo de vehículos
Para reducir las interferencias mutuas entre sistemas eléctricos, las normas de CEM de los vehículos se revisan periódicamente y las especificaciones de los fabricantes de equipos originales son cada vez más estrictas. Es crucial tener en cuenta la CEM en una fase temprana del desarrollo del vehículo para identificar posibles problemas y evitar costosos rediseños y retrasos.
Abordar la EMC de forma proactiva ayuda a garantizar el cumplimiento de los requisitos normativos globales, facilitando la entrada con éxito en el mercado de nuevos modelos de vehículos y garantizando que todos los sistemas funcionen de forma fiable dentro de las limitaciones normativas
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