El inversor es un componente complejo, y su comportamiento y manejo influyen significativamente en la experiencia de conducción. Para probarlo y desarrollarlo independientemente de otros componentes, se necesita un sistema de pruebas especializado. Este sistema permite probar el inversor en una fase temprana del desarrollo, separado del motor eléctrico.
Un entorno de pruebas optimizado, como el AVL Inverter TS™, conduce a un proceso de verificación eficiente y a una reducción del tiempo de prueba en comparación con la prueba de la unidad bajo prueba (UUT) en un vehículo prototipo real. Este enfoque acelera el ciclo de desarrollo al tiempo que mejora la fiabilidad y el rendimiento del producto final.
El corazón y el cerebro del vehículo eléctrico
El inversor es un miniordenador inteligente en los vehículos eléctricos y electrificados. Junto con la batería y el motor eléctrico, constituyen la base de la experiencia de conducción final. Pero, antes de probar todos estos componentes juntos, cada uno de ellos debe desarrollarse y validarse en un sistema de pruebas específico. La anticipación de las pruebas permite acortar los ensayos de integración y, por tanto, el plazo de comercialización.
El inversor controla y supervisa todas las condiciones de conducción y las funciones críticas para la seguridad del vehículo. La electrónica de potencia, combinada con un alto nivel de complejidad de las señales, requiere una metodología de ensayo apropiada y el uso de equipos de ensayo adecuados.
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