Las bombas de acoplamiento magnético evitan las fugas y las emisiones gracias a sus diseños especiales de sellado. Por eso son adecuadas para bombear líquidos corrosivos y peligrosos. Estas bombas tienen una estructura sencilla y requieren muy poco mantenimiento, lo que ahorra costes de reparación y piezas de repuesto. El imán externo colocado en el eje de accionamiento transmite la rotación al imán interno conectado al impulsor, que gira y mueve el fluido a través de la bomba, con lo que se consigue el proceso de trasvase.
Ventajas de las bombas de acoplamiento magnético
El diseño hermético especial de las bombas de acoplamiento magnético impide la fuga de productos químicos, líquidos corrosivos, explosivos e inflamables y evita situaciones peligrosas para el medio ambiente para los usuarios afectados.
Otra ventaja de la hermeticidad es que evita la pérdida de líquidos caros y elimina los posibles costes de rellenado.
Las bombas de acoplamiento magnético son muy fiables y requieren muy poco mantenimiento debido a su sencillo diseño. En condiciones normales de funcionamiento, estas bombas pueden funcionar durante más de diez años sin necesidad de reparaciones, por lo que la frecuencia de mantenimiento es muy baja. No obstante, se recomienda comprobar las juntas tóricas y los cojinetes cada dos años para asegurarse de que no hay desgaste.
La conexión del acoplamiento es muy sencilla, ya que no es necesario ajustar motor/bomba.
El estándar NeFeBo está disponible en el acoplamiento magnético, que proporciona un par elevado.
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