Una correa de distribución (también conocida como correa síncrona) es una pieza de un motor de combustión interna o de un sistema mecánico que garantiza la sincronización precisa de la rotación de dos o más ejes. Suele estar hecha de un material resistente y flexible (como el caucho) con dientes o ranuras incrustados que engranan con las ruedas dentadas (o poleas) del motor o la maquinaria, garantizando que las válvulas del motor se abran y cierren en los momentos adecuados en relación con los pistones.
Sincronización precisa
La función principal de una correa de distribución es mantener sincronizados el cigüeñal y el árbol o árboles de levas, garantizando que las válvulas del motor se abran y cierren en el momento adecuado en relación con la posición de los pistones. Esta sincronización es crucial para la eficiencia del motor, el rendimiento y la prevención de daños internos del motor.
Diseño dentado
Las correas de distribución tienen dientes a lo largo de su longitud que engranan con los dientes correspondientes de las poleas o piñones. Este diseño dentado garantiza que la correa no patine, lo que es crucial para una sincronización precisa.
Material de construcción
Las correas de distribución suelen estar fabricadas con materiales de alta resistencia, como caucho reforzado, que a menudo se combina con fibras (como fibra de vidrio, Kevlar o acero) para añadir resistencia y flexibilidad. Estos materiales garantizan que la correa de distribución sea muy duradera, resistente al desgaste y capaz de soportar el calor del motor.
Reducción de ruidos y vibraciones
Las correas de distribución son generalmente más silenciosas y producen menos vibraciones que las cadenas de distribución (otro componente común del motor utilizado para la sincronización). Esto contribuye a un funcionamiento más suave del motor.
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