Engranaje recto

helicoidal

Los engranajes con flancos no evolventes se denominan engranajes especiales. Los engranajes evolventes tienen un perfil básico del diente de cremallera en forma de línea recta, mientras que los engranajes especiales no lo tienen. No obstante, tanto los engranajes especiales como los evolventes se fabrican mediante el método de tallado con fresa madre, que permite definir directamente diversos engranajes especiales. A continuación, hay que utilizar una herramienta especialmente diseñada para fabricar estos engranajes especiales. Por lo general, el perfil del diente y la geometría resultante del dentado especial se determinan mediante CAD. Basándose en el procedimiento de tallado con fresa madre, también puede generarse la rueda dentada de acoplamiento adecuada. En comparación con los engranajes evolventes, los engranajes especiales son difíciles de estandarizar porque el perfil de los dientes también depende del número de dientes del engranaje más pequeño. Por este motivo, los perfiles de los dientes del par de ruedas dentadas deben coordinarse con precisión para garantizar unas características de engrane y fricción ideales. Los dientes de un engranaje especial suelen ser más estrechos en la raíz que los dientes de un engranaje evolvente. Por consiguiente, los engranajes especiales permiten relaciones de transmisión más elevadas en un espacio reducido. El engranaje cicloidal es el tipo más común de engranaje especial. Se utiliza en situaciones en las que la fuerza motriz crea propulsión de velocidades lentas a rápidas. La razón por la que a veces se prefieren los engranajes no evolventes a los evolventes es que los engranajes no evolventes tienen menores pérdidas por fricción durante la propulsión de lenta a rápida. Otra ventaja de los engranajes cicloidales es su mayor juego entre dientes, que los hace menos sensibles a las partículas de polvo y suciedad.