El homogeneizador se aplica para mantener la emulsión de leche intacta durante mucho tiempo. Con esta aplicación, las partículas de grasa de la emulsión se rompen en trozos más pequeños. De este modo, se evita que los glóbulos se acumulen en la parte superior y que se apelmace una capa de crema.
Los homogeneizadores rompen los glóbulos de grasa en trozos pequeños con un diámetro inferior a 1µ. Este proceso tiene lugar en el cabezal de homogeneización.
La homogeneización puede realizarse de dos maneras: total o parcialmente.
Homogeneización completa o total
Toda la cantidad de leche pasa por el homogeneizador. Con este método se consigue una homogeneización perfecta. Pero el consumo de tiempo y energía es demasiado alto.
Homogeneización parcial
La nata con un contenido graso del 12-20% se separa de la leche. La nata separada se mezcla de nuevo con leche desnatada (sin grasa) para obtener una mezcla que contenga entre un 12% y un 20% de grasa. A continuación, se homogeneiza la mezcla. La leche desnatada mezclada puede utilizarse para diferentes tipos de productos según la proporción de grasa deseada para el producto acabado.
Factores que afectan a la homogeneización
65-70 C° es la temperatura ideal para la homogeneización. La presión de homogeneización a 50-70 C° está dentro de los 150-200 kg/cm para la leche pasteurizada.
Ventajas de los homogeneizadores MIT
Garantiza una distribución equitativa de la leche y la grasa en toda la masa.
Delicioso sabor de la leche.
Aumento parcial de la viscosidad de la leche.
Se facilita la digestión de la grasa de la leche.
El color de la leche es mucho más blanco, ya que la leche procesada refleja mejor la luz.
En resumen, la calidad de la leche ha aumentado.
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